¿Visitar la ciudad del amor? Conocer París gratis es mucho mejor, ahorrando y disfrutando al máximo de la ciudad europea más romántica. Entrar en el museo del Louvre gratis, subir al Arco de Triunfo para disfrutar de las mejores vistas de la ciudad o conocer la historia de París con uno de los múltiples city tours … ¡Descubre toda la información!
París es mucho más que una ciudad para mirar; es un lugar para vivir experiencias. Aquí no venimos solo a ver la Torre Eiffel, sino a comernos una crêpe debajo de ella, a escuchar jazz en un rincón escondido de Montmartre o a perdernos entre libros en una librería centenaria. Si estás planeando tu viaje o simplemente soñando con él, aquí tienes 30 cosas que hacer en París para vivirla a fondo:
Qué ver en París – Top 30
1. Tomar un café en una terraza parisina
El arte de observar a la gente mientras tomas un espresso lento es un ritual en París. Busca una mesa en Le Marais o Saint-Germain-des-Prés. Los parisinos pueden quedarse horas con una sola taza, leyendo o simplemente contemplando. Aprende a desacelerar. Es una forma de meditar con cafeína.
2. Navegar el Sena en un bateau-mouche al atardecer
Nada como ver París desde el agua, con luces encendiéndose y puentes iluminados. El paseo dura una hora y ofrece otra perspectiva de los monumentos. Puedes tomarlo con cena incluida, o simplemente relajarte con la brisa en la cara y una copa de vino en la mano.
3. Hacer un picnic en los Jardines de Luxemburgo
Compra baguette, queso y vino en una épicerie local y siéntate entre estatuas y fuentes. Los jardines están llenos de sillas verdes donde puedes leer, comer o simplemente mirar a los niños jugar con veleros en la fuente central. Un lujo sencillo y muy parisino.
4. Aprender a hacer macarons en una clase de pastelería
Muchos talleres ofrecen clases de repostería francesa para turistas. Deliciosamente educativo. Aprenderás técnicas profesionales, a batir merengue y a usar mangas pasteleras como un chef. Y al final, te llevarás tus propios macarons caseros. Es una actividad dulce para hacer solo, en pareja o con amigos.
5. Visitar la Ópera Garnier y asistir a una función
Más allá de su imponente fachada, la Ópera Garnier es una joya arquitectónica por dentro. Puedes recorrer sus escalinatas de mármol, admirar el techo pintado por Chagall y luego ver una función de ballet o música clásica. Es un encuentro entre arte, historia y emoción.
6. Bailar tango junto al Sena
Durante el verano, hay encuentros de tango espontáneos cerca del Institut du Monde Arabe. Puedes unirte aunque no sepas bailar. Algunos ofrecen clases gratuitas. El ambiente es mágico: bailas al aire libre, con el río y Notre-Dame como telón de fondo. Sensual, inesperado y muy parisino.
7. Explorar los pasajes cubiertos (passages couverts)
Pequeñas galerías del siglo XIX con tiendas de libros, curiosidades y cafés escondidos. Pasajes como el Panoramas o el Verdeau te transportan a otra época. Pasear por ellos en días de lluvia es una delicia. Un lugar ideal para encontrar un regalo único o una postal vintage.
8. Tomar una clase de cocina francesa con un chef local
Desde sopa de cebolla hasta boeuf bourguignon, es una experiencia inmersiva. Compras los ingredientes en un mercado local y luego cocinas en una cocina profesional o en la casa del chef. Es una manera deliciosa de aprender sobre cultura, ingredientes y tradiciones culinarias.

9. Perderse en Shakespeare and Company
La librería más famosa de París es un santuario para amantes de los libros. Puedes hojear ediciones raras, escuchar lecturas en vivo o simplemente sentarte en una esquina con un libro y dejar pasar el tiempo. El gato de la librería a veces se te une.
10. Visitar un mercado de pulgas como el de Saint-Ouen
Perfecto para cazar tesoros vintage y arte antiguo. Este mercado es uno de los más grandes del mundo. Puedes encontrar desde muebles antiguos hasta ropa vintage o afiches de cine. Los vendedores suelen ser expertos y disfrutan contando la historia de cada objeto.
11. Tomar un vermut en un bar de Belleville
Una zona bohemia, artística y algo rebelde. Ideal para una noche con ambiente alternativo. Los bares de Belleville son relajados, con música en vivo, arte urbano y clientela diversa. No es raro terminar en una conversación con artistas, escritores o estudiantes.
12. Pasear en bicicleta por los canales del este parisino
Menos turísticos, más auténticos. El Canal de l’Ourcq es ideal. Puedes alquilar una bicicleta por horas o usar el sistema Velib. Atraviesas parques, zonas industriales transformadas y cafés donde detenerte a tomar algo. Es una ruta relajada y pintoresca.
13. Probar vinos naturales en una cave à vin
Los bares de vinos naturales están en auge, especialmente en el 11º arrondissement. Muchos ofrecen degustaciones guiadas. Es una oportunidad para probar vinos de pequeños productores, sin sulfitos ni aditivos. Ideal para aprender sobre terroir y descubrir etiquetas que no encontrarás fuera de Francia.
14. Subirte a un tiovivo en Montmartre
Una experiencia nostálgica, especialmente si viajas con niños… o con espíritu de uno. Estos carruseles de madera pintada están en plazas históricas. Te permiten ver el barrio desde otra perspectiva y vivir un momento inocente y encantador en medio del bullicio.
15. Asistir a una misa cantada en Notre-Dame o Saint-Sulpice
Aunque no seas creyente, la música sacra y la acústica te estremecerán. El canto gregoriano o los órganos monumentales crean una atmósfera celestial. Es un momento de pausa y contemplación que contrasta con el ritmo veloz de la ciudad.
16. Tomarte un retrato en Place du Tertre
Los artistas callejeros de Montmartre aún dibujan retratos a lápiz o acuarela. Puedes posar o pedir uno basado en una foto. Es un recuerdo único y personalizado. Algunos artistas tienen estilos modernos, otros clásicos. Vale la pena pasear y elegir con calma.

17. Hacer compras en un mercado local
Rue Mouffetard es ideal para esto: frutas, carnes, quesos y más. Comprar como un local te conecta con la vida diaria parisina. Puedes practicar tu francés, probar muestras y preparar tu propia cena con ingredientes frescos y de temporada.
18. Recorrer el Arco del Triunfo y caminar por los Campos Elíseos
Súbete a lo alto del Arco del Triunfo para ver París desde una perspectiva diferente, justo en el centro de la gran estrella de avenidas. Después, baja y camina por los Campos Elíseos, deteniéndote en boutiques, pastelerías y librerías emblemáticas.
19. Cenar en un bistró donde solo hay locales
Sal del centro y adéntrate en los barrios periféricos como el 20ème o el 19ème. Allí encontrarás cocinas sinceras, precios razonables y ambientes acogedores. Pregunta a los vecinos o explora por tu cuenta. A veces lo mejor está lejos de las guías turísticas.
20. Disfrutar un brunch dominical en el Canal Saint-Martin
Lugar trendy por excelencia. Cafés modernos, brunch generoso y mucha gente guapa. Puedes comer tostadas con aguacate, huevos benedictinos y pasteles artesanales mientras observas a la fauna local: artistas, hipsters, familias y parejas paseando al perro.
21. Vivir una noche de jazz en una cueva subterránea
Le Caveau de la Huchette o Duc des Lombards son clásicos del jazz parisino. Algunos locales tienen historia desde los años 40. El ambiente es íntimo y enérgico. Ideal para terminar la noche con ritmo, vino y buena compañía.

22. Pedir una galette salada en una crêperie bretona
Prueba la de queso, jamón y huevo con sidra bretona. Las galettes son crêpes de trigo sarraceno, crujientes y sin gluten. Acompáñalas con una taza de sidra dulce o seca. Muchas crêperies decoran al estilo bretón, creando una experiencia regional dentro de la capital.
23. Subir a la cúpula del Sagrado Corazón al amanecer
Montmartre despierta lento, y ver el sol salir desde lo alto de la basílica es una experiencia única. La vista panorámica es inigualable y el silencio de la mañana lo transforma en un momento íntimo y sagrado. Después, desayuna en un café cercano.
24. Tomarte un cóctel en un bar clandestino (speakeasy)
Muchos están escondidos detrás de lavanderías o librerías. La experiencia comienza al descubrir la entrada secreta. Los cócteles suelen ser creativos y bien elaborados. Es un plan ideal para sorprender a tu pareja o amigos en una noche diferente.
25. Recorrer el Panteón de París y reflexionar sobre la historia
Más allá de los nombres ilustres que descansan en su cripta, el Panteón impresiona por su majestuosidad y simbolismo. Es un templo laico dedicado a los grandes de la nación. Subir a su cúpula también ofrece una vista espectacular del barrio Latino.

26. Ver un espectáculo de cabaret (más allá del Moulin Rouge)
Hay opciones más íntimas y auténticas como el Lapin Agile o el Crazy Horse. Cantares, burlesque y humor se mezclan con copas de vino en lugares históricos. El cabaret es parte del alma bohemia de París. Ideal para una noche divertida y algo traviesa.
27. Probar un éclair en una pastelería gourmet
Busca creaciones modernas en lugares como L’Éclair de Génie. Estos pasteles alargados rellenos de crema y cubiertos con glaseado se reinventan en sabores como frambuesa-lichi, caramelo salado o pistacho. Cada uno es una obra de arte comestible.

28. Recorrer París en patines un viernes por la noche
Sí, hay rutas organizadas con cientos de patinadores. Es algo único. Se sale desde Montparnasse y se recorre gran parte de la ciudad. Es gratuito y está supervisado por organizadores. Lleva casco y prepárate para una experiencia urbana llena de adrenalina.
29. Dibujar o escribir en los bancos del cementerio Père-Lachaise
Allí descansan Jim Morrison, Oscar Wilde, Edith Piaf, entre otros. El lugar es tranquilo, con senderos serpenteantes y esculturas hermosas. Ideal para la introspección o la inspiración. Lleva una libreta, siéntate y deja que el lugar hable contigo.
30. Aprender algunas frases en francés y usarlas con los locales
Te abrirá puertas, sonrisas y, quizá, una buena conversación con un parisino. No necesitas hablar perfecto. Un «bonjour», «merci» o «parlez-vous anglais?» puede marcar la diferencia. A los franceses les gusta que intentes. Mostrar interés es siempre bien recibido.