Conocida por ser la hermana pequeña de Lisboa y por ser a menudo subestimada, Oporto es una ciudad que deslumbra con un rico patrimonio, una historia milenaria y por una atmósfera que enamora a todo aquél que la visita, atravesada por el Río Duero, Oporto ha demostrado ser un idlílico enclave en la vecina Portugal que no puedes dejar de visitar.
También conocida bajo el apodo de «La Ciudad Barroca», Oporto presume de bellas fachadas que se ubican a lo largo de las pequeñas y adoquinadas calles y callejones. La atmósfera de las casas con el yeso desmoronándose y las persianas desiguales es lo que convierten la ciudad en un auténtico espectáculo. Disfruta de un paseo por el casco antiguo, declarado Patrimonio de la Humanidad desde el año 1.996 y sorpréndete por el sabor del vino de Oporto. Hoy te presento una serie de consejos y trucos para que hagas de tu escapada a Oporto una auténtica experiencia para recordar. ¡Ya estás tardando en hacer un viaje a Oporto!
Qué ver en Oporto – Top 15
1. Casco antiguo de Oporto
El centro histórico de Oporto, conocido como Ribeira, es una joya arquitectónica declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Sus callejuelas adoquinadas, casas coloridas y fachadas cubiertas de azulejos te transportan en el tiempo. Aquí cada rincón respira historia: desde plazas escondidas hasta iglesias centenarias y antiguas casas de mercaderes. Pasear por sus calles es como entrar en un museo al aire libre. Te recomendamos perderte sin rumbo fijo y dejarte llevar por los aromas de sus tascas, los sonidos de los músicos callejeros y las vistas al río Duero que asoman entre los edificios. No olvides subir hasta la parte alta para disfrutar de una panorámica inigualable. El atardecer desde este punto es mágico. Para los amantes de la fotografía, la Ribeira es un paraíso. Además, encontrarás tiendas de artesanía, cafés con encanto y locales donde probar los sabores típicos de la región.
2. Estación de São Bento
Más que una estación, São Bento es una obra de arte en pleno corazón de Oporto. Construida a principios del siglo XX sobre los restos de un antiguo convento, es famosa por sus más de 20.000 azulejos azules que decoran el vestíbulo principal. Estas piezas de cerámica, obra del artista Jorge Colaço, narran escenas importantes de la historia portuguesa: desde batallas hasta celebraciones populares. Aunque no tomes un tren, te recomendamos entrar y contemplar esta joya artística. Los techos altos, la luz que entra por los ventanales y el silencio respetuoso de los visitantes hacen del lugar una experiencia espiritual. Desde aquí puedes empezar tu recorrido hacia otros puntos clave de la ciudad, como la catedral o la Avenida dos Aliados. Además, la estación está muy bien conectada y es un punto ideal para quienes desean hacer excursiones de un día a Guimarães, Braga o el valle del Duero.

3. Catedral de Oporto (Sé do Porto)
La Catedral de Oporto es uno de los monumentos religiosos más antiguos e imponentes de la ciudad. Situada en lo alto de una colina, domina todo el centro histórico y ofrece unas vistas inmejorables del río Duero y del barrio de Ribeira. Su construcción comenzó en el siglo XII y combina estilos románico, gótico y barroco, fruto de las múltiples reformas que ha sufrido a lo largo de los siglos. El claustro, decorado con azulejos del siglo XVIII, es especialmente recomendable. También destaca el rosetón de la fachada principal y el altar mayor de estilo barroco. Desde su terraza podrás obtener fotografías magníficas del Ponte Luís I y las bodegas al otro lado del río. La entrada es económica y el interior ofrece una experiencia serena, perfecta para quien desee conectar con el pasado espiritual y artístico de la ciudad.
4. Iglesia de Santa Clara
La Iglesia de Santa Clara es uno de esos tesoros ocultos que no debes perderte en Oporto. Situada cerca de la catedral, su fachada discreta no anticipa la riqueza de su interior: una explosión de madera tallada y pan de oro que envuelve por completo el espacio. Esta iglesia barroca del siglo XV fue renovada en el siglo XVIII, lo que explica su estilo recargado y espectacular. Aunque suele pasar desapercibida, ofrece una experiencia sensorial única que combina arte, historia y espiritualidad. Desde el atrio se obtienen vistas estupendas del puente Dom Luís I, el río Duero y el entramado de tejados del casco antiguo. Es un lugar perfecto para quienes buscan rincones menos turísticos pero igualmente impactantes. La iglesia ha sido recientemente restaurada, por lo que su estado de conservación es excelente. El silencio y la penumbra de su interior refuerzan esa sensación de estar ante una joya secreta de la ciudad.

5. Ponte Luís I
El Puente Dom Luís I es uno de los símbolos más reconocibles de Oporto. Diseñado por Théophile Seyrig, discípulo de Gustave Eiffel, esta estructura de hierro forjado une Oporto con Vila Nova de Gaia a través de dos niveles: uno para peatones y metro, y otro para coches. Cruzarlo caminando es una experiencia imperdible. Desde lo alto se obtienen vistas panorámicas del río Duero, las casas coloridas de la Ribeira y las bodegas de vino en la ladera opuesta. Es especialmente mágico al atardecer, cuando la ciudad se tiñe de tonos dorados. Si prefieres una experiencia más relajada, puedes tomar el teleférico desde Gaia hasta el Jardim do Morro y volver caminando por el puente. El contraste entre el hierro industrial del puente y la calidez del entorno urbano lo convierte en un lugar ideal para fotografías. Sin duda, recorrer este puente es uno de los momentos más memorables de cualquier visita a Oporto.
6. Escadas dos Guindais
Las Escadas dos Guindais son una de las rutas más pintorescas para acceder desde el nivel superior de la ciudad hasta la ribera del Duero. Estas escaleras de piedra antigua serpentean entre casas tradicionales y ofrecen una perspectiva diferente y auténtica de la ciudad. A medida que desciendes, podrás observar balcones llenos de ropa tendida, pequeñas puertas de madera y flores colgando de ventanas desvencijadas. El ambiente es completamente local, sin filtros turísticos. Además, desde varios tramos de la escalera se tienen vistas increíbles del Puente Dom Luís I, el metro cruzando sobre el puente y los barcos rabelos en el río. Es una oportunidad perfecta para captar la esencia más cotidiana y encantadora de Oporto. La escalera también conecta con el funicular dos Guindais, por si prefieres subir de nuevo sin esfuerzo. Es un lugar ideal para los que aman caminar y descubrir rincones que parecen sacados de otra época.

7. Bodegas de vino de Oporto
Visitar las bodegas de Vila Nova de Gaia es una de las actividades imprescindibles en cualquier viaje a Oporto. Aquí es donde el famoso vino de Oporto se envejece y se almacena en enormes toneles de roble. Entre las más conocidas se encuentran Sandeman, Graham’s y Taylor’s, cada una con su historia y estilo propio. Taylor’s, en particular, ofrece una experiencia completa con visitas guiadas, catas personalizadas e incluso un restaurante con vistas impresionantes sobre la ciudad. Muchas bodegas ofrecen tours en varios idiomas, donde se explica el proceso de producción, las variedades de uva y las diferencias entre los distintos tipos de vino de Oporto. Lo mejor es terminar la visita con una cata, disfrutando del sabor dulce y complejo del vino mientras contemplas el Duero y la Ribeira desde una terraza elevada. Algunas también ofrecen maridajes con quesos o chocolates. Sin duda, una experiencia que conquista los sentidos y el alma.
8. Igreja do Carmo e Carmelitas
La Iglesia de los Carmelitas y la Iglesia do Carmo están situadas una al lado de la otra, separadas por la casa más estrecha de Oporto. La fachada lateral de la Iglesia do Carmo está completamente decorada con azulejos azules que representan escenas religiosas, y es uno de los lugares más fotogénicos de la ciudad. Enfrente encontrarás la Praça de Gomes Teixeira, siempre animada por estudiantes universitarios vestidos con capas negras al estilo Harry Potter, ya que esta estética fue una de las inspiraciones de J.K. Rowling cuando vivió en Oporto. Visitar estas iglesias no solo permite apreciar su arquitectura barroca, sino también sumergirse en la atmósfera estudiantil y cultural de la ciudad. Ambas iglesias pueden visitarse con entrada combinada, incluyendo también el acceso a la casa más estrecha. Es un rincón especial, muy céntrico y perfecto para tomarse un descanso en uno de los cafés de la zona y observar la vida pasar.

9. Librería Lello
Considerada una de las librerías más bonitas del mundo, Lello & Irmão es un lugar mágico tanto para lectores como para curiosos. Su interior parece sacado de un cuento de hadas, con una impresionante escalera de madera roja, vitrales en el techo y estanterías que se alzan hasta alturas imposibles. La escritora J.K. Rowling, quien vivió en Oporto en los años 90, se inspiró en este lugar para crear escenarios del universo de Harry Potter. Debido a su fama, la entrada es de pago, pero se descuenta del precio si compras un libro. Recomendamos comprar la entrada con antelación, ya que suele haber largas colas. El mejor momento para visitarla es a primera hora de la mañana. Incluso si no eres un fan de la saga, la visita vale la pena por su valor artístico y cultural. Además, en la tienda encontrarás ediciones únicas y objetos literarios muy especiales.

10. Avenida dos Aliados
La Avenida dos Aliados es el corazón administrativo y comercial de Oporto. Flanqueada por edificios señoriales de principios del siglo XX, su arquitectura refleja la prosperidad de la ciudad durante ese período. Aquí se encuentra el Ayuntamiento, una imponente estructura coronada por una torre con reloj, así como bancos, hoteles históricos y sedes institucionales. Es un lugar perfecto para pasear, tomar un café en alguna de sus terrazas o simplemente sentarte a observar la vida urbana. En invierno, se instala un gran árbol de Navidad y una pista de hielo, mientras que en verano acoge festivales y conciertos. Muy cerca está la estación de São Bento y la Rua das Flores, una de las calles más animadas para ir de compras. Si buscas una experiencia cultural completa, puedes combinar el paseo por Aliados con una visita al Teatro Rivoli o una parada en el Mercado do Bolhão para conocer la gastronomía local.
11. Mercado do Bolhão
El Mercado do Bolhão es el mercado tradicional más emblemático de Oporto. Recientemente restaurado, mantiene su esencia original con una mezcla vibrante de sonidos, colores y aromas. Aquí encontrarás puestos de frutas, verduras, pescados frescos, embutidos, flores y productos artesanales, todos ofrecidos por comerciantes que llevan generaciones trabajando en el mercado. Es un lugar ideal para conocer la cultura local de forma auténtica y directa. Además, dentro del mercado hay pequeñas tabernas donde puedes probar platos típicos como la francesinha, las tripas à moda do Porto o el bacalao a la brasa. También hay tiendas gourmet con productos de alta calidad perfectos para llevar como recuerdo o regalo. El edificio en sí es una joya arquitectónica con estructura de hierro forjado y pasarelas internas que lo hacen muy fotogénico. No te vayas sin probar una tapa con un vaso de vino verde, y charla con los vendedores: te contarán historias fascinantes sobre la ciudad.
12. Jardines del Palacio de Cristal
Situados en una colina con vistas privilegiadas al Duero, los Jardines del Palacio de Cristal son un remanso de paz en plena ciudad. Este amplio parque combina zonas ajardinadas con esculturas, fuentes y miradores espectaculares. Es ideal para pasear, leer, hacer picnic o simplemente relajarse. Además, alberga varios pabellones culturales donde se celebran exposiciones, conciertos y eventos. Desde aquí puedes observar los atardeceres más bellos sobre el río. El parque cuenta también con pavos reales que deambulan libremente, lo que lo convierte en un lugar especialmente atractivo para familias con niños. Muy cerca está el Museu Romântico y la Casa Tait, así como senderos que bajan hasta la ribera. Es un sitio ideal si quieres escapar del bullicio del centro y conectar con la naturaleza sin salir de la ciudad. Lleva calzado cómodo, ya que las pendientes son suaves pero extensas.

13. Playas de Matosinhos
A solo media hora en metro desde el centro de Oporto, Matosinhos ofrece amplias playas bañadas por el Atlántico ideales para quienes buscan mar y tranquilidad. La playa principal cuenta con paseo marítimo, duchas, bares y zonas para practicar deportes acuáticos como surf, bodyboard y paddle. También encontrarás las famosas Piscinas das Marés, piscinas de agua salada integradas en las rocas diseñadas por el arquitecto Álvaro Siza Vieira. El ambiente es relajado, con familias locales, surfistas y turistas disfrutando del sol y el viento atlántico. Alrededor hay excelentes marisquerías donde probar pescado fresco y mariscos a precios razonables. En verano, el área se llena de actividades culturales y ferias gastronómicas. Puedes alquilar bicicletas y seguir la costa hacia Foz do Douro, otra zona costera encantadora. Matosinhos es ideal para pasar un día completo entre sol, mar y buena comida sin alejarte demasiado del corazón de Oporto.
14. Parque da Cidade
El Parque da Cidade es el pulmón verde de Oporto y el parque urbano más grande de Portugal. Con más de 80 hectáreas, ofrece senderos, lagos, zonas de picnic y espacios deportivos, todo en armonía con la flora autóctona. Es ideal para correr, montar en bici, pasear en familia o simplemente descansar bajo la sombra de sus árboles. El parque llega hasta el mar, donde se conecta con las playas de Matosinhos. Los fines de semana se llena de familias, grupos de amigos y actividades culturales como conciertos o mercados al aire libre. Además, dentro del parque se encuentra el Pavilhão da Água, un espacio interactivo dedicado al agua y al medio ambiente. También es hogar de diversas especies de aves y pequeños mamíferos. Si deseas desconectar del ritmo urbano, este parque es tu mejor opción. Lleva algo para comer, una manta, y disfruta de una jornada al aire libre.
15. Gastronomía en Papavinhos y la Super Bock
Oporto es un destino gastronómico en sí mismo. La ciudad presume de platos contundentes y sabrosos como la francesinha, un sándwich relleno de carnes bañado en salsa picante; las tripas à moda do Porto, o el bacalhau en todas sus versiones. Uno de los mejores lugares para probar cocina local con un toque casero es Papavinhos, ubicado cerca del río en Rua de Monchique. Sus platos se preparan con ingredientes frescos y hay opciones tanto para carnívoros como vegetarianos. Acompaña la comida con una Super Bock, la cerveza típica de Portugal. Muchos bares del centro ofrecen happy hour los lunes, así que es una excelente oportunidad para degustar especialidades locales a buen precio. No olvides dejar espacio para el postre: el pastel de nata o una mousse de chocolate casera harán que termines tu comida con una sonrisa. Comer bien en Oporto no es un lujo, es parte de su identidad.
Qué comer en Oporto
Oporto es una ciudad para las personas innovadoras gastronómicamente. Te recomiendo también degustar la típica cerveza portuguesa en el casco antiguo, la conocida bajo el nombre de Super Bock. Los lunes suelen ser los días de Happy Hour en numerosos de los bares de la ciudad, así que vale la pena probar las especialidades de Oporto al mejor precio mientras disfrutas de una agradable atmósfera. Te sugiero que comas en Papavinhos (Rua de Monchique, 23/24), donde encontrarás platos geniales con los ingredientes más frescos y de la mejor calidad.
Pero si lo que quieres es despreocuparte de donde comer durante todo el viaje, siempre tienes la opción de reservar con comida y cena en uno de los viajes a Oporto Todo Incluido.